Vincent Van Gogh.
| Las emociones consideradas conflictivas por nuestra sociedad son en realidad valiosas señales que remiten a problemas latentes. Por eso, escucharlas y dejarse orientar por ellas implica convertirlas en un instrumento productivo. Así, el miedo señala una desproporción entre una amenaza y los recursos con que se cuenta para resolverla, el enojo es el resultado de un deseo frustrado por algún obstáculo, y el sentimiento de culpa indica que hemos transgredido alguna norma de nuestro código moral. Sólo si aprendemos a interpretar adecuadamente la información que nos aportan estas emociones “negativas”, podremos llegar a aprovecharlas para localizar los problemas subyacentes y empezar a actuar para solucionarlos. Una explicación my acertada e interesante del Dr Norberto Levy |
Ah! si pudiéramos controlar las emociones y el estado que producen el enojo, la culpa, el miedo, la exigencia... (la envidia creo que no es una emoción que me domine por lo que nunca he sentido emoción o ansiedad por este motivo) por los otros, si, y no sirve racionalizar, cuando la emoción persiste y no te abandona lo mejor sería pedir hora para el psicólogo. No es mi caso Jjjee.
ResponderEliminarOye definitivamente, hay que cambiar el rollo esté de escribir palabras raras para publicar un comentario, es imposible!
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